viernes, 11 de abril de 2014

ARCANO XIII



ARCANO XIII
    
En la última entrada, hablé sobre el arcano XII, El Colgado o Ahogado, el doloroso pero necesario cambio interior.

En esta entrada, que será correlativa (pero no se acostumbren), hablaré sobre el arcano XIII, el arcano SIN NOMBRE, pero que todos conocemos como LA MUERTE, ese cambio tan temido.

¿Habéis escuchado alguna vez esa frase que reza «las desgracias, como las alegrías, vienen de 3 en 3»? Pues yo no solo la he escuchado, sino que la he vivido. Y más de una vez.

Cuando parece que las cosas no pueden ir peor… empeoran. Y te dejan con la boca abierta de asombro. Llega un momento en que te das cuenta que no hay nada que hacer, que lo mejor que puedes hacer es no hacer nada, incluso. Y llegas a El Colgado.

Este arquetipo se «apodera» de ti durante un período, estás más introspectivo, reflexivo, hasta que llegas a una conclusión y te planteas nuevos objetivos, o una nueva estrategia para alcanzar los objetivos aun no cumplidos. Es recién ahí cuando das el primer paso, y sales del «letargo» en el que te habías sumido, para pasar nuevamente a la acción.

La manifestación física de ese cambio interior, es el arquetipo que representa el arcano XIII: La Muerte.

Es un cambio muy brusco, tajante si se quiere, pero esperado. Planificado o no, porque también puede ser impuesto externamente (la vida nos da un tiempo para ir asimilando ese cambio que se viene, nos va dando pistas, por eso nos hemos pasado un período «colgados» en el arquetipo anterior, pero si insistimos en negar ese cambio, el cambio llega de todas formas y es aún más doloroso y nos parece todavía más abrupto).

La posición del esqueleto que aparece en el arcano XIII, es la misma posición de la barra oblicua, «/»,que se utiliza para separar y para dar a entender que el término que se escribe antes de la barra es intercambiable por el siguiente. Pueden intercambiarse porque tienen el mismo valor, aunque sus significados se opongan. Tienen el mismo peso. Son dos caras de la misma moneda. Esto significa que lo que venía antes de la «/», antes del cambio que se manifiesta en La Muerte, se transforma en su contrario. Es una ley natural, lo que sube, en algún momento baja, y lo que baja, en algún momento vuelve a subir. Es importante tener en cuenta esto, para que cuando las cosas estén yendo muy bien, sepamos que en algún momento van a ir mal… y no nos desesperemos, ni pensemos que es el fin del mundo. Todo pasa, y los ciclos se suceden unos a otros.

Existen ciertos «trucos» (de Magia, podríamos decir, por qué no) para acelerar el cambio, para transformar el agujero negro en que estemos metidos, en un agujero de gusano, que nos permita ver luz al final del túnel.
Uno de esos trucos es seguir esforzándose por conseguir lo que uno desea (incluso cambiando de estrategia, si fuera necesario), probar nuevos métodos para alcanzar los objetivos, pero sin rendirse. Empujarse a uno mismo a través de las dificultades, más allá de las dificultades, visualizarse a uno mismo como una flecha que no se detiene hasta haber alcanzado el blanco deseado.

La letra hebrea ZAIN, que significa precisamente «flecha»«arma» o «espada», pero también «discernimiento» y «memoria», nos habla del paso a una nueva dimensión, precisamente por agotamiento o finalización de la anterior. Esta letra nos señala la tendencia, el esfuerzo dirigido a un fin determinado.

      
LETRA ZAIN



Se relaciona a Zain con El Carro, por ser la letra número 7 del alfabeto hebreo, y con Sagitario por su calidad de flecha. Son estas energías las que necesitaremos activar en nosotros, para no perder el rumbo hasta haber conseguido lo que nos habíamos propuesto. La determinación de El Carro, sumada a la velocidad y la precisión de la saeta, nos permitirá acelerar ese cambio que tanto buscamos.


martes, 8 de abril de 2014

EL COLGADO - ARCANO XII - CICLOS NATURALES Y ARQUETIPOS



EL COLGADO - ARCANO XII - CICLOS NATURALES Y ARQUETIPOS



En la naturaleza, una y otra vez se suceden diferentes ciclos. Esto se explica muy bien en el «I Ching», o «Libro de las Mutaciones», una obra que tiene ya más de 5000 años. El segundo libro del  «I Ching», el que se utiliza también como oráculo, nos explica las 64 mutaciones que se presentan en la naturaleza, de tal forma que, una vez aprehendido el orden que siguen los diferentes ciclos (en definitiva el único, el de la Vida), se hace innecesaria la adivinación. El futuro se conoce entonces, incluso antes de intuirse.

Dentro de estos ciclos, uno de los estadios más difíciles de «soportar», es aquel que encuentra en El Colgado su máxima expresión.

El arcano XII del Tarot, El Colgado, yace suspendido en el aire, colgado de su pie izquierdo, a una rama transversal que está sostenida a su vez por otras dos ramas, estas últimas perpendiculares al suelo.
A pesar de lo incómodo de su posición, la actitud de El Colgado se halla entre la resignación y el sacrificio.
Esconde las manos, como quien se las toma detrás de la espalda para forzarse a no intervenir, a dejar pasar la vida delante suyo, simplemente observándola atentamente, para reflexionar y meditar sobre lo que ve, y pensarse muy bien cuál será su próximo paso, el que rompa ese estancamiento que es externo, no interno.

El Colgado medita. Está realizando una dolorosa transformación interna, al punto de estar colgado cabeza abajo. Se ve forzado a mirar las cosas desde una perspectiva distinta a la habitual y, por descontado, a librarse de las ataduras materiales (sus bolsillos están abiertos, lo que hubiera, se ha perdido; y lo único que lo ata es esa cuerda que amarra su pie izquierdo al mundo material).

Le queda libre el pie derecho, lo que nos lleva a pensar que puede salir de esa situación si activa su parte creativa e intuitiva.

Se dice que antiguamente, el arcano XII era El Ahogado, y que fue con las prácticas ejemplarizantes del Medioevo que se convirtió en el hombre colgado boca abajo que conocemos hoy.

Su correspondencia astrológica con Neptuno parece confirmar esta hipótesis. Neptuno (Poseidón en la mitología griega) era el señor de los mares. Su atributo era el tridente, con el que embravecía o pacificaba las aguas. Era el protector de los marinos y de los viajes por agua.

Su referencia al cambio interior, realizado con sacrificio (ya sea elegido a conciencia o impuesto por la vida, por el karma, por circunstancias aparentemente externas), también nos recuerda a los ritos de purificación a través del agua. Antiguamente, para bautizarse era necesario sumergirse por completo en el agua, para salir renovado, limpio, puro. Aún hoy algunas religiones siguen utilizando baños en sus rituales de iniciación.

De esta forma comprendemos una vez más, cómo los ritos son la manifestación externa de un cambio interno. Aunque gran parte de su significado se haya perdido o no sea tomado en cuenta, si la ceremonia se realiza con plena conciencia de lo que se está haciendo (el cómo, el por qué y el para qué), las manifestaciones externas e internas son dos caras de la misma moneda, se complementan.

La actitud de El Colgado, que muchas veces se interpreta como estancamiento o inacción, sugiere que es un momento propicio para la introspección, la reflexión y la meditación. También indica que hay patrones de pensamiento o de conducta que es necesario modificar, porque nos han llevado a una encrucijada, de la que solo saldremos si somos capaces de transformarnos primero internamente.

Es por eso que, en los momentos en los que nos encontramos inhabilitados para actuar, es importante tener en cuenta que esos tiempos de «espera», tienen que ser de una espera «activa» interiormente.

Para concluir, un poema del «Tao Te Ching», que ilustra perfectamente lo expuesto anteriormente:

48
«En la búsqueda de conocimiento
cada día se añade algo.
En la práctica del Tao
cada día se abandona algo.
Cada vez es más superfluo forzar las cosas
hasta que al fin se llega a la no-acción.
Cuando nada se hace,
nada queda por hacer.

La verdadera maestría se alcanza
dejando que las cosas sigan su curso.
No puede alcanzarse interfiriendo.»



(Poema 48, «Tao Te Ching», Lao Tse, Ed. Alianza, 2012)

martes, 1 de abril de 2014

TAROT Y CÁBALA - CAMINOS ESPIRITUALES

Tarot y Cábala, Caminos Espirituales. Éste es un libro de carácter esotérico, con todo lo que ello significa. Expresa las bases de una ciencia bastante desconocida que es, la del hombre y su destino.
Su contenido estudia la simbología del Tarot Cabalístico (tarot del mismo autor). Los Misterios de la sabia simbología del Tarot de Marsella. La relación Tarot y Cábala Mística. La meditación en los 4 Árboles y sus mundos. Es un libro de síntesis filosófica, que paso a paso, ejercita en la práctica del Tarot y la Cábala. Libro práctico y directo que, utilizando el simbolismo universal nos instruye en la lectura de los arcanos y los senderos del Árbol de la Vida.
José Antonio Portela, nos presenta un gran libro, 438 páginas que, se acomodan a la mente de aquel, que busca, la gran verdad. Imprescindible para los amantes del esoterismo y estudiosos de la sagrada Tradición de Occidente.


"TAROT Y CÁBALA - CAMINOS ESPIRITUALES", de José Antonio Portela....................20€ + gastos de envío